Segunda parte
Ellos lo lograron, usted también puede hacerlo
El WSJ destacó cómo tres empresarios crearon sus negocios «casi de la nada».
1. Kael Robinson – Live Worldly
Por increíble que parezca, este emprendimiento comenzó con tan sólo US$40 (760 lempiras).
Todo empezó en el 2007, cuando Kael Robinson recibió un regalo inusual, una pulsera de algodón con letras en portugués con instrucciones para pedir tres deseos mientras se la ponía. Robinson no deseó un negocio exitoso, pero eso fue lo que ocurrió.
Seis meses después de recibir el regalo, Robinson perdió su trabajo en relaciones públicas. Con tiempo de sobra, se fue de vacaciones con su familia a Argentina, donde hizo un descubrimiento interesante: su pulsera era una pieza muy popular ahí. «Vi que todo el mundo la usaba», recordó Robinson, de 27 años.
La estadounidense tuvo una corazonada. Cuando regresó a su casa en Denver compró 100 pulseras por US$40 de un mayorista brasileño. Robinson las ofreció a estudiantes de secundaria a los que entrenaba como directora técnica voluntaria de lacrosse. Vendió cada pieza por US$2,50 y rápidamente agotó su inventario, lo que la llevó a invertir en otras 100 unidades. «Pensé en mi mercado objetivo y cómo las tendencias comienzan en el colegio», señaló.
En poco tiempo, Robinson tenías más pedidos de los que podía satisfacer, a un nuevo precio de US$5 por pulsera, dándole suficiente confianza para comprar otras 1.000.
Llamó entonces a comerciantes locales y varios accedieron a revender su producto. Gradualmente, varios comenzaron a hacerle pedidos.
Para mediados de 2008, Robinson generó suficiente efectivo para montar una página web profesional y un logo para Live Worldly. También contrató a un publicista amigo quien le ayudó a escribir y distribuir comunicados de prensa. CosmoGirl fue la primera de varias revistas que mencionaron sus pulseras.
La atención mediática inspiró a Robinson a contactar tiendas más exclusivas como Barneys New York y Fred Segal. A cada una le envió una copia del artículo con 50 pulseras. En una semana las tiendas vendieron todas las muestras y pidieron más. Seis meses después comenzó a pedirles a compradores extranjeros —consumidores y vendedores minoristas— que distribuyeran su producto en sus países. También expandió su catálogo con joyería y ropa de varios lugares del mundo.
El año pasado, Live Worldly registró US$60.000 en ganancias sobre ingresos de y US$160.000. De todos modos, Robinson dice que aún no se paga un salario y continúa invirtiendo el dinero en su empresa.
2. Jeff Swedarsky – Food Tour
Según el relevamiento del WSJ, esta compañía empezó con US$110 (2, 090) lempiras.
Su creador, Jeff Swedarsky, trabaja durante el día en el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Pero, por la noche y los fines de semana, es el director de Food Tour, la empresa que fundó y que ofrece excursiones culinarias en los vecindarios de Washington.
«Me encanta la comida», sostuvo Swedarsky, de 29 años, quien maneja su firma desde su casa en Alexandria, Virginia. «La comida es una de esas cosas que acerca a las personas», agregó.
Luego de graduarse en 2006 de una maestría en administración de empresas estaba listo para crear un negocio, inspirado por un artículo de prensa sobre el turismo culinario, pero se dio cuenta de que no tenía presupuesto. La solución, concluyó, sería encontrar un trabajo normal para pagar las cuentas y crear su empresa de forma orgánica.
En 2007, Swedarsky expuso su concepto en una breve presentación a dueños de restaurantes. El plan era traer a pequeños grupos de comensales para catas especiales durante «las horas de poca actividad» entre el almuerzo y la comida. Los restaurantes prepararían pequeños platos que no figuraban en el menú y que reflejaban la historia local, como el jamón de Virginia.
Swedarsky pagó US$100 para registrar su negocio y US$10 para comprar el dominio en Internet a través de GoDaddy.com. El emprendedor creó su propia página web.
Su primer tour oficial fue en mayo de 2008 y lo tomaron únicamente dos «señoras encantadoras de Nueva York de unos 50 años», recordó.
Pero el negocio «tomó impulso» rápidamente y, en seis meses, Swedarsky contrató sus primeros empleados de medio tiempo.
En la actualidad, emplea a 23 personas de medio tiempo, primordialmente guías turísticos, y rara vez sirve de guía él mismo. Mientras tanto, se dedica a expandir el negocio que ofrece varios recorridos, almuerzos y visitas a bares en Washington y Baltimore.
Los tours se limitan a 12 o 14 personas y los boletos cuestan entre US$50 y US$60.
Swedarsky espera registrar US$300.000 en ventas este año, pero aún no se paga un salario y tampoco deja su trabajo en la agencia gubernamental.
El emprendedor aconseja a quienes quieran crear una empresa que persigan sus ideas, pero que antes se aseguren de «que es algo que realmente aman».
En la tercera parte lea a otro emprendedor que hoy tiene éxito
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